El entorno empresarial cambia y nuestra imagen profesional también.
Durante décadas el Estilo Tradicional y el Estilo Elegante han sido las expresiones que más se han asociado al poder, la confianza, el prestigio y al respeto laboral.
Nos hemos uniformado para representar valores sólidos, homogeneidad, solidez y profesionalidad. ¿Habría alguna otra opción?
El nuevo entorno económico y social nos impulsa a una velocidad de vértigo hacia nuevos escenarios de incertidumbre y cambios constantes.
Ha cambiado la idea "del trabajo para toda la vida", de los mercados seguros y de la estabilidad de los proyectos empresariales.¡¡Viva la creatividad!!
Necesitamos ampliar nuestro límites como profesionales autónomos o empresas desde el fondo hasta la forma.
También comienza a valorarse a la persona más allá de sus habilidades y reconocer su individualidad.
Una realidad laboral que está construyendo un sistema mucho más dinámico, adaptable y en constante cambio.
8 razones para el Cambio de mentalidad en la Imagen Personal Ejecutiva:
1. Venimos de la Seguridad y vamos hacia la incertidumbre
Esta idea del Estilo de Vida ya no es tan útil como antes y la seguridad es un concepto más difuso. Necesitamos nutrirnos de otros valores más abiertos y dinámicos.El cambio cultural y del sistema nos lleva a mirar más allá del pensamiento lineal.
2. Del Estilo Tradicional y el Elegante a la Diversidad
Se abren las puertas a la curiosidad de experimentarnos de forma más autónoma, adaptable y orientada y a poner en valor lo que somos en esquemas organizacionales más fluidos e inciertos. Damos paso a una visión más diversa de la expresión individual en la que nos permitimos ser y aparentar en coherencia con nosotros mismos.
3. El talento y entorno es la imagen externa que vas a reflejar
El cambio es de 180º y nos pide saber hablar de nosotros mismos desde nuestros propios valores más que de los prestados o aprendidos. Expresar clara y coherentemente nuestra potencialidad por dentro y por fuera. Nos sentimos desnudos sin la protección de lo establecido y ahora nos toca acostumbrarnos a ser auténticos.
4. Valores del nuevo entorno
Flexibilidad, Tolerancia, Cooperación, Orientación a la Innovación, Inteligencia Colectiva, Conectividad…ya se habla de Liderazgo Consciente e incluso de Trascendencia. Todo enfocado a un cambio en el que “la persona” adquiere una nueva posición ante el mundo laboral, sale de la zona de confort y se permite ser más auténtica sin miedo a perder la posibilidad de éxito, sin disfrazarse.
5. Cambiar de visión es cambiar de posición
Para esto será muy útil observar cuál es la imagen interna que tenemos como profesionales, cómo valoramos esa imagen y sobre todo cómo la ponemos a favor de los objetivos propios y colectivos.
6. La organización como un Ecosistema en equilibrio y diverso
El respeto y valoración de la individualidad supone estimar, reconocer y dignificar todas sus facetas y sobre todo su singularidad. Es difícil “hacer pasar por el aro” a lo que ya es distinto por definición.
7. Coherencia entre Talento y Apariencia Sabemos que la Imagen impacta en el entorno pero también en la inteligencia intra-personal del profesional. Tal como te percibes a ti mismo influye en tus objetivos, afecta a la comunicación con el entorno y proyecta tu Coherencia Personal. Fomentemos la honestidad de nuestra propia imperfección y avancemos hacia modelos de éxito profesional más fluidos.
8. La Autenticidad como factor estratégico
Si ponemos el foco en esto, encontramos un valor añadido natural que hace ganar en congruencia, integridad e impacto a las organizaciones del S.XXI que no quieren que sea tan sólo una declaración de intenciones sino un paso hacia el cambio que es inevitable.
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